Su pasión
por el dibujo

Hubo quien aseguraba que cuando Antonio Palacios visitaba O Porriño en plena construcción del edificio del ayuntamiento (1919-1924), se acercaba a los canteros que estaban trabajando en la plaza y sacaba un lápiz del bolsillo para dibujar sobre la propia piedra y guiarlos en el proceso.

Además se conservan también retratos, dibujos y acuarelas en los que recogía la vida cotidiana de los lugares en los que paraba o, por ejemplo, obras que nunca se llegaron a materializar.
Además se conservan también retratos, dibujos y acuarelas en los que recogía la vida cotidiana de los lugares en los que paraba o, por ejemplo, obras que nunca se llegaron a materializar.

El arquitecto plasmó su pasión por las artes plásticas, sobre todo por la pintura, en muchos de los artículos que escribió para la prensa de la época. Es conocida su relación de amistad con pintores de la talla de Antón Medal, Lloréns o Álvarez de Sotomayor (junto a estos dos últimos artistas organizó la primera muestra de Arte Galego en Madrid, en 1912).

II Muestra de Arte Galega. Palacios con Llorens, Sotomayor y Castelao, entre otros.

II Mostra de Arte Galega. Palacios con Llorens,
            Sotomayor e Castealo

Los cuadernos
de Palacios

Pero la prueba más emocionante del amor de Palacios por el dibujo son sus propios cuadernos de campo (de los que 8 están digitalizados) que lo acompañaban en excursiones y viajes. Cuadernos que son los mejores testimonios de la destreza del arquitecto con el lápiz y en los que dibujó con habilidad detalles del paisaje gallego y su patrimonio, apuntes y bocetos de sus excursiones y viajes por el resto de España o centro Europa, por ejemplo. Contienen docenas de bocetos y trazos que sirven para entender su poderosa imaginación y, sobre todo, su manera apasionada de ver el arte y, en definitiva, la vida.

Debuxo
Debuxo
Debuxo
Debuxo
Debuxo
Cadernos
En relación con Porriño, hay que destacar los dibujos que el propio Palacios hizo para ilustrar uno de sus textos en Faro de Vigo. En concreto “A cidade encantada de Monte Faro”, un reportaje de una excursión que realizó en 1930 acompañado de su hermano José, ente otros, montados en “barrufeiriños” (no sabemos si burros o caballos mansos). Palacios se sentía fascinado por los volúmenes graníticos con los que se encontró en esa ruta. Dibujó algunas de esas rocas en las que llegó a ver una tortuga, dos “avishomes” que hablan o un altal de gigantes.

La genialidad del arquitecto porriñés era inabarcable.

Debuxo
Antonio Palacios Antonio Palacios
Concello de O Porriño
Centenario Casa Consistorial
Sala de Exposición